Los problemas con los vecinos es algo que nos solemos encontrar a menudo.
Un problema que sucede mucho en las comunidades de vecinos es la mala convivencia entre dos vecinos, por regla general de pisos colindantes. Que si música muy alta, que si fiestas, que bricolaje casero, etc.
Casi siempre, estos vecinos tratan de involucrar a la comunidad en su conjunto en que sea el presidente y/o administrador el que solucione, (es su obligación), pues ambas partes aportan sus razonamientos incorruptibles y llenos de razón.
Voluntad para poner solución a los problemas con los vecinos
Pues bien, tenemos que partir de la máxima que para arreglar un conflicto entre dos partes, que no afecta al resto de vecinos, lo primero que tiene que haber es voluntad de ambas partes de solucionar, y esto pasa por que habrá que hacer concesiones, tanto de una parte como de otra, y además una autocritica del comportamiento propio.
Seguidamente, las personas que tienen el conflicto deben saber que la comunidad no está obligada a solucionar su problema personal, y sobre todo que no es obligación del Presidente y/o Administrador efectuar las labores de abogado y/o juez.
Sí que es cierto, que se ambas figuras, Presidente y Administrador, pueden efectuar una labor de mediación en el conflicto, siempre y cuando sean imparciales y no pretendan dar ellos las soluciones. La participación en el conflicto debe plantearse desde el punto de vista de escuchar y dirigir las conversaciones, ya que la solución y/o acuerdo siempre tiene que salir de las partes en conflicto.
Solo entrará la comunidad en aquellos conflictos en que el comportamiento de un vecino afecte a otros varios, y sobre todo que venga derivado por actuaciones contrarias a un buen régimen de convivencia o provoquen daños o mal uso de elementos comunes.